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sábado, 3 de marzo de 2012

Fábulas de Italo Svevo (1861-1928)













Italo Svevo (1861-1928). Periodista, novelista, dramaturgo y narrador italiano de ascendencia austriaca. Aron Hector Schmitz —o Ettore Schmitz— nació en Trieste, y murió en Motta di Livenza, a causa de las heridas sufridas después de ser atropellado mientras intentaba cruzar la calle. Se interesó por la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, y ello permeó su obra. Fue amigo y colaborador de James Joyce en la época en que éste vivió en Trieste. Es reconocido por su novela La coscienza di Zeno, La conciencia de Zeno. He aquí algunas de sus Favole, Fábulas.





[La formica morente]

Una formica muore e morendo pensa: “Il mondo muore.”

[La hormiga moribunda]

Una hormiga se muere, y muriendo piensa: “El mundo muere.”





Una stupida lepre vide passare un’automobile. – Oh! – gridò. – Gli uomini hanno inventata la ruota.

Una estúpida liebre vio pasar un automóvil. —¡Oh! —gritó. Los humanos han inventado la rueda.





Ad una lucertola all’ombra di una montagna mancava il fiato per mancanza del calore del sole mentre un vertebrato alla cima della montagna stessa moriva pel grande caldo. Morirono di una morte abietta ambedue invidiando l’un l’altro.

Bajo la sombra de una montaña, una lagartija carecía de aliento debido a la falta de sol, mientras en la cima de la misma montaña, un vertebrado moría por el sofocante calor. Ambos murieron de una muerte abyecta, envidiándose el uno al otro.





[FAVOLA PER LETIZIA]

La porticina della gabbia era rimasta aperta. L’uccellino con lieve balzo fu sull’uscio e da li guardò il vasto mondo prima con un occhio e poi con l’altro. Passò per il suo corpicino il fremito del desiderio dei vasti spazii per cui le sue ali erano fatte. Ma poi pensò: “Se esco potrebbero chiudere la gabbia ed io resterei fuori, prigioniero”. La bestiola rientrò e poco dopo, con soddisfazione, vide rinchiudersi la porticina che suggellava la sua libertà.

[Fábula para Letizia¹]

La puertita de la jaula había quedado abierta. El pajarito se allegó con un leve salto a la puerta, y desde allí miró el vasto mundo primero con un ojo y después con el otro. Por su cuerpecito circuló el estremecimiento del deseo por los extensos espacios para los cuales estaban hechas sus alas. Pero luego pensó: “Si salgo, podrían cerrar la jaula, y yo quedaría afuera, prisionero.” El animalito se metió y poco después, con satisfacción, vio cerrarse la puertita que determinaba su libertad.


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¹ Letizia Schmitz, hija del autor nacida en 1897.





Un augellino fu strangolato da uno sparviero. Non gli fu lasciato il tempo che di fare una protesta molto ma molto breve. Un lieve grido. All’augellino tuttavia parve di aver fatto tutto il suo dovere e la sua animuccia volò superba verso il sole.

Un pajarito fue estrangulado por un gavilán. No dispuso de tiempo sino para hacer una protesta muy, pero muy breve. Un débil grito. Al pajarito, sin embargo, le pareció haber cumplido con su deber, y su pequeña alma voló soberbia hacia el sol.

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